viernes, 3 de mayo de 2013

Nada hay escrito

"Para algunos hombres no hay nada escrito si no lo escriben ellos"

Quién pudiera vivir con la intensidad que él lo hizo, entender la naturaleza humana, unir pueblos, conquistar Aqaba, dinamitar los raíles del imperio Otomano, entrar triunfante en Damasco, transformar la Historia y escribir "Los siete pilares de la sabiduría"

ENLACES

Lawrence de Arabia en la Wikipedia

Música

Tannhauser Overtura; Wagner - Karajan

Lectura no recomendada

Lawrence y los árabes

"Podcast" recomendado

Radio 3 - Videodrome, "Los siete pilares de la sabiduría"


Laurence de Arabia



T.E.Lawrence (Izquierda). Leonard Woolley (derecha)
Excabaciones en Carchemish, Siria, primavera de 1913


domingo, 3 de marzo de 2013

Berlanga , in memoriam

1 Marzo
Como novedad hoy nos hemos dado una ducha en medio del desierto, nosotros y los camellos, gracias a un pozo de aguas sulfurosas y con olor a huevos podridos, en España pagamos por eso en los balnearios, "spa" que se dice ahora.
Por lo demás vamos de llanura en llanura y hoy hemos hecho más de treinta y siete kilómetros.
Son llanuras de un par de kilómetros de diámetro rodeadas de dunas. Desde el cielo debe semejar una malla. Imagino que el viento las barre y acumula la arena en dunas alrededor suyo.
2 Marzo
Otro fallo que casi nos cuesta un disgusto, hemos perdido el contacto con el camellero y las bestias que llevan la comida y el agua. Hemos caminado treintena y dos kilómetros sin poder comer en condiciones, nos reencontramos justo cuando se nos acabó el agua.
Acampamos a diez kilómetros de un pueblo. Mañana será un día especial.
3 Marzo
Los de la KBS han pactado con los del pueblo un recibimiento al estilo "hospitalidad beduina" con algún acuerdo económico de por medio. Yo además de llanura en llanura voy de sorpresa en sorpresa.
Sobre las once llegamos al pueblo nos recibe el jeque que nos ofrece una abundante comida, me doy un homenaje y luego me entero que sólo es un aperitivo. No hay cubiertos pero esto lo contaré en la próxima entrada "La mano impura".
Nos alojan a todos en una casa. Necesitamos una ducha urgente pero los de la televisión nos piden que no lo hagamos hasta después de rodar el recibimiento está tarde, ya lo he comentado esto de la tele tiene su precio, después de tantos días sin higiene que importan unas horas más, al menos me puedo lavar las manos y aclarame la cara.
No han pasado dos horas desde la comilona que nos hemos dado con el jeque  cuando nos dicen que estamos invitados a comer en casa de otro vecino, sorprendentemente tengo apetito y es que hay hambre atrasada.
Nos sentamos en un salón alfombrado, junto con nosotros el anfitrión y algunos paisanos de edad respetable, posiblemente de la mía, no hay sillas y en medio hay una mesa baja con té, café, leche de camella, agua y zumos, nos sirven los críos de la casa y algún joven. Para indicar que ya tenemos suficiente después de vaciar la taza o el vaso hay que sacudírlo como una campanilla. Después de este aperitivo pasamos a otra sala igualmente alfombrada y sin sillas, en el medio una enorme bandeja de arroz con pollo, posiblemente el equivalente a lo que hemos comido durante los seis días de marcha desde Shisr, tampoco hay platos ni cubiertos ni vasos, de cerveza, vino o jamón mejor ni hablamos, el profeta era muy puntilloso con esas cosas
Cuando uno acaba y sin dar ninguna explicación, pasa al baño a lavarse las manos y vuelve a la habitación de los aperitivos donde ahora tendrá lugar la sobremesa. Mientras tomamos café, té o un zumo, pasan con un incensiario encendido para ahumarte el rostro y con un frasco de perfume para perfumarte la mano. He vuelto a comer desmesuradamente pero no ne siento lleno.
Volvemos a nuestro alojamiento, seguimos sin poder ducharnos. A las cinco comienza la representación de nuestro recibimiento. Nos vestimos con la ropa que traíamos la que llevamos puesta sin poder lavarla desde hace seis días, nos llevan en coche a una duna que está a doscientos metros del pueblo, allí nos están esperando los de la tele.
Escena primera
Estamos descansando y nos ve un paisano que por allí pasaba pastoreando su camellos, diré que los beduinos del siglo XXI pastorean conduciendo sus "todo terrenos" sin bajarse y a golpe de claxon, nos presentamos, habla con Mohamed nuestro camellero y nos invita a ir a su pueblo que aunque le tenemos a la vista en está ficción dice que está a veinte kilómetros.
Escena segunda
Alineados nos recibe la casi totalidad de los varones del pueblo, unos treinta y cinco. Pegan un par de tiros al aire y saludamos a todos y cada uno.
Escena tercera
Nos acompañan a abrevar a los camellos, de espaldas a las cámaras los más jóvenes nos hacen fotos y nos piden que posemos con ellos. Luego llevamos a los camellos al cercado donde tienen los suyos.
Escena cuarta
Nos acompañan a nuestro alojamiento
Escena sin cámaras
Me doy una merecida ducha y lavo la ropa.
El jeque da una fiesta en nuestro honor
No hay mucho tiempo nos vestimos decentemente, Siwoo y yo nos colocamos los turbantes, Youngho se ha comprado una "Distasha" la prenda local.
A las ocho volvemos a la casa del jeque, en su patio delantero a mano derecha un amplio espacio alfombra y descubierto con cojines alrededor y un par de mesas bajas con los aperitivos; frutas, dulces y las bebidas, no vale la pena ofenderles pidiendo una cervecita fría que es lo que te está pidiendo el cuerpo, a la izquierda una superficie equivalente igualmente alfombra pero cubierta con una "jaima"
Nos sentamos a la derecha con la práctica totalidad de los varones del pueblo, los mismos que saludamos hace un par de horas.
Entre ellos hay algunos que no visten de manera tradicional, son el director de la escuela y los profesores todos egipcios, doce para los trece alumnos de la escuela, lo he escrito bien no me he equivocado.
En un momento dado pasamos al lado cubierto donde han puesto en el suelo dos enormes bandejas con arroz y las cabras que han matado, basta contar las cabezas que están en medio para saber cuantas. No hay sillas ni cubiertos ni platos ni servilletas pero sí hambre afortunadamente.
Cuando acabas te levantas te lavas las manos y vuelves al otro lado, otro comensal ocupara el sitio que has dejado alrededor de la bandeja.
Un grupo de hombres alineados canta una animada letania frente a ellos otro grupo les responde o canta lo mismo. Después de este número un joven nos canta una canción tradicional que me recordó a las que cantan los ravelistas en Cantabria. Después y con la música del equipo de un todo terreno aparcado al lado se animan a bailar de dos en dos con sus varas de camellero dando saltos alrededor de las mesas, nos animan a que salgamos y lo hacemos. Lo embriagador que puede ser un estómago lleno y agradecido de otro modo no me explicó como salí a dar saltitos sin una gota de alcohol en mi cuerpo desde hacia quince días. Los de la tele estaban rodando, posiblemente el fin de mi prometedora carrera artística
Visión obligada
"Bienvenido Mister Marshall" y "Plácido"
Música
Americanos "Bienvenido Mister Marshall"

viernes, 1 de marzo de 2013

Revisando la tecnología

23 Febrero
Mi gorro es de "Goretex", mi linterna frontal no hace falta tocarla para apagarla o encenderla basta con pasar la mano por delante de ella, las prendas que llevo no retienen la humedad y mis bastones son de fibra de carbono. Tenemos cámaras de televisión, pequeñas cámaras de vídeo, equipos de sonido, "walkie talkie", "gps" ordenadores portátiles, teléfonos inteligentes y por satélite. En definitiva lo último en tecnología.
En mi opinión en el desierto, la tecnología verdaderamente útil sería tener una silla, una nevera llena de "birras" una ducha y una lavadora.
Después de varios días sin lavarme ni mudarme no tengo claro si la ropa me la quito o me la despego.
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Lectura no recomendada
Steve Jobs biografía
Música
Así hablo Zaratustra "Richard  Strauss"

jueves, 28 de febrero de 2013

Mamá, quiero ser artista

27 Febrero
Los compañeros de la KBS "Korean Broadcasting System" nos filman  cuando dormimos, nos levantamos, comemos, preparamos las cosas cuando salimos y cuando llegamos. También varias entrevistas en las que yo respondo vaguedades en mi chapucero "globish".
Para nosotros es un trabajito añadido ya que generalmente tenemos que hacer varias tomás, eso nos retrasa la salida y a la llegada después de casi cuarenta kilómetros lo que estamos deseando es pasar montar nuestra tienda prepararnos la cena y descansar
Tambiente hacemos pequeñas dramatizaciones de lo que hemos hecho. Ayer el cámara que nos acompañó también sufrió la falta de agua y no grabó mi agonía así que me pidieron que lo repitiera, especialmente un gesto en el que yo apoyaba mi pecho sobre los bastones intentando descansar. Nos fuimos a una duna próxima e interpreté como buenamente pude.
Estaban filmando nuestra partida y me volvió a pedir que simulara el agotamiento, me puse de nuevo en el papel de sediento muribundo, Youngho y Si Woo vinieron en mi ayuda, yo me dejé caer me quitaron la mochila y cuando yo pensaba que todo iba perfectamente el cámara se acerca para un primer plano, le comenta algo a Youngho este le responde y empiezan a hablar deprisa y acaloradamente, Youngho me mira enfadado yo miro a Abdula que también se había acercado, no entendíamos nada, pensé que de alguna manera había estropeado la escena, Youngho me empuja agarra arena y la tira con irá, yo perplejo pregunto ¿que pasa, cual es el problema?
Me has asustado, contesta, creí que te estaba pasando algo grave.
Tengo que hablar de esto con mi amigo Paco Valcarce, director de "La Machina Teatro" quizás tenga futuro en esto de la farándula.
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La Machina Teatro
Lectura no recomendada
Las canciones que me cantaba mi madre "biografía de Marlon Brando"
Música
Teatro "La Lupe"

miércoles, 27 de febrero de 2013

Al filo

25 Febrero
(Lo siento, esto me ha quedado largo)
Un océano de dunas, un auténtico dédalo por el que hay que andar arriba y abajo buscando el mejor camino, hay que evitar las pendientes pronunciadas y no es fácil, a menudo después de una suave subida y tras una arista puede haber una caída casi vertical de más de veinte metros, divertidas para nosotros pero imposibles para los camellos. Auténticas montañas de arena por las que avanzamos despacio.
Un cámara, Kim, nos acompaña. Por las dunas no hay acceso para los vehículos y durante dos jornadas seremos autónomos.
Poco antes de anochecer Youngho nos dice que ha habido un error y que solo nos queda una botella para cada uno, el punto de encuentro y abastecimiento está a cincuenta kilómetros, lo normal es una botella cada diez kilómetros, las cuentas no me salen y empiezo a ahorrar el agua que tengo.
Acampamos ya de noche y prefiero no pensar en lo que puede pasar mañana. Hoy hemos hecho veintisiete kilómetros subiendo y bajando dunas.
26 Febrero
Me despierto desayuno y me lavo los dientes sin pasta para poder tragarme el agua después de enjuagarme la boca, me va a hacer falta todo el agua.
Comenzamos subiendo. Siempre llevo el agua a mano pero esta vez ha preferido dejarla dentro de mochila y comienzo a hacer cálculos para ir administrándola.
Me parece imposible y se lo comentó a Youngho, me dice que ha hablado con Obadi y que podían acercarse, sólo habrá que andar veintisiete kilómetros y según él lo ve posible. A mí me sigue pareciendo una quimera.
Después de la primera duna una llanura, comienzo a tener sed. Al final de la llanura daré un trago de agua antes de franquear la duna que nos llevará a la siguiente llanura. La boca seca, los pequeños tragos alivian durante un breve instante y comienza una lenta agonía; Youngho se  ha dado cuenta que voy mal, yo sigo sus paso para no tener que pensar que camino es mejor, no puedo concentrarme, me esfuerzo en racionar mi agua y hay momentos en los que creo que me voy a colapsar y desmayar. No sueño con agua ni con un líquido en concreto pienso en abundante líquido en vasos rebosando líquido.
A la hora de más calor paramos, yo me dejó caer y mis compañeros montan el toldo para tener algo de sombra, cuando acaban me despiertan y me arrastro dentro. Abdula el camellero nos da algo del agua que tiene, él va perfectamente y le agobia el en ritmo lento que llevamos. Después de un largo descanso otra llanura otra duna y en la siguiente llanura veo rodadas de todo terreno por el suelo eso quiere decir que hasta ahí podría acercarse el vehículo con agua, se lo comentó a Youngho e intentan llamar con el teléfono vía satélite, no hay respuesta, hay que seguir, en teoría sólo quedan siete kilómetros, una larguísima hora y media. Acabamos la llanura, atravesamos la duna y súbitamente Abdula echa a correr gritando el nombre de Obadi, ha oído un coche, es Obadi con agua. El primer litro y medio lo absorbo como una esponja e inmediatamente recupero el ánimo. Los kilómetros que aún hay que andar hasta el punto previsto para acampar los hago sin dificultad.
En un entorno como este los errores se pueden pagar caro.
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Deshidratación
Lectura no recomendada
Annapurna primer ochomil
Música
I will survive "Gloria Gaynor"

lunes, 25 de febrero de 2013

Sueño reparador

Desde que salí de casa el día 12 de Febrero no he parado de dar tumbos; una sentida despedida y un simpático reencuentro, trenes, aviones, autobuses, coches; bocadillos, comida de avión, comida rápida, comida basura, comida deshidratada, comida local y foránea; camas diversas, saco de dormir, vivac y casi doscientos kilómetros caminando.
He sacudido a mi organismos como a esas bolas de cristal que simulan un paisaje nevado.
Me despierto, retiró la bandaba que me he puesto en los ojos para dormir, veo el azul del cielo, el beige de la arena y esa bruma a ras del suelo que hay las mañanas con rocío, el saco está mojado y hay arena húmeda por todas partes. Mi primera noche en las arenas.
Noto mi mente despejada mi cuerpo recuperado, miro el reloj he dormido once horas. Lo estaba necesitando. Durante la noche la bola ha dejado de agitarse, los copos se han posado, las piezas se han ido encajando como un "tetris" bien jugado.
Mi amigo Santi de vez en cuando me recuerda las casi treinta horas que me pase en la habitación de un hotel en Lijiang, la mayor parte durmiendo, reparándome.
Un sueño reparador, me gusta esa frase, cuantas cosas cura el sueño, donde no llega la medicina lo sana él.
Durante la noche ha venido un coche para recoger a Mohamed, no lo oí llegar. Después de desayunar se irán y nuestro camellero será Abdula.
Yo me siento fuerte, me va a hacer falta para lo que se avecina.
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Lectura no recomendada
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
Música
Blade Runner, love theme "Vangelis"

domingo, 24 de febrero de 2013

Tres camellos y dos beduinos

24 Febrero
Shisr más que un pueblo parece una pequeña urbanización en construcción. Aún así tiene unas ruinas declaradas patrimonio de la humanidad por la "Unesco". Los de la tele cuando llegamos nos hicieron rodar unas escenas visitando lo que en mi opinión es una ruina de ruinas.
Entre la comitiva que nos acompaña hay un funcionario de gobierno omaní, un curioso personaje que vela por nosotros y nos vigila. Tiene su propio todo terreno y acampa con la gente de apoyo en el desierto. El primer día le leyó la cartilla al director sobre lo que no debía rodar; personas sin pedir permiso, mujeres y ninguna instalación militar. Yo trato de llevarme especialmente bien con él, su aspecto nos recuerda a Bin Laden.
En Shisr hemos ocupado una casa que nos ha procurado este funcionario, junto con él somos doce, es sorprendente lo que movemos a nuestro alrededor. De un lado los de la televisión, son cuatro; por otro el jefe de la empresa omaní que nos da apoyo logístico, Obadi un tipo afable y simpático, un colaborador suyo más los que serán nuestros camelleros; Mohamed y Abdula y nosotros tres. Algunos parecen personajes sacados de una historia de Asterix.
Disponemos de un día de descanso de un baño de una ducha, la primera después de cinco días y 150 kilómetros y la oportunidad de hacer una colada.
A partir de ahora llevaremos un par de camellos para cargar nuestro equipo y un camellero con su montura ya que habrá días en los que no podremos encontrarnos con el equipo de apoyo y tendremos que ser autónomos.
Hemos de seleccionar lo que cargaremos en los camellos; equipo para acampar, comida y sobre todo agua. Veinte kilómetros después de salir de Shisr sera nuestro último contacto con el coche de apoyo hasta dos días después. En ese momento un cámara sé unirá a nosotros, Kim el mismo que tuvo que "vivaquear" en el bosque el primer.
A las cinco entramos en las arenas, mi sueño se estaba cumpliendo.
Mohamed nuestro camellero no se encuentra bien y nos pide que paremos, sí nos internamos más en las arenas y su estado empeora no podrán venir a buscarlo, tiene vómitos y malestar pero no tiene fiebre, le damos una medicación y hacemos una llamada explicando la situación, su estado no nos parece preocupante, cenamos y nos metemos en el saco, dormimos en la calle, ese hotel con todas las estrellas
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Lectura recomendada
Axterix y Cleopatra
Música
Missing "Everything but the girl"