domingo, 24 de febrero de 2013

Tres camellos y dos beduinos

24 Febrero
Shisr más que un pueblo parece una pequeña urbanización en construcción. Aún así tiene unas ruinas declaradas patrimonio de la humanidad por la "Unesco". Los de la tele cuando llegamos nos hicieron rodar unas escenas visitando lo que en mi opinión es una ruina de ruinas.
Entre la comitiva que nos acompaña hay un funcionario de gobierno omaní, un curioso personaje que vela por nosotros y nos vigila. Tiene su propio todo terreno y acampa con la gente de apoyo en el desierto. El primer día le leyó la cartilla al director sobre lo que no debía rodar; personas sin pedir permiso, mujeres y ninguna instalación militar. Yo trato de llevarme especialmente bien con él, su aspecto nos recuerda a Bin Laden.
En Shisr hemos ocupado una casa que nos ha procurado este funcionario, junto con él somos doce, es sorprendente lo que movemos a nuestro alrededor. De un lado los de la televisión, son cuatro; por otro el jefe de la empresa omaní que nos da apoyo logístico, Obadi un tipo afable y simpático, un colaborador suyo más los que serán nuestros camelleros; Mohamed y Abdula y nosotros tres. Algunos parecen personajes sacados de una historia de Asterix.
Disponemos de un día de descanso de un baño de una ducha, la primera después de cinco días y 150 kilómetros y la oportunidad de hacer una colada.
A partir de ahora llevaremos un par de camellos para cargar nuestro equipo y un camellero con su montura ya que habrá días en los que no podremos encontrarnos con el equipo de apoyo y tendremos que ser autónomos.
Hemos de seleccionar lo que cargaremos en los camellos; equipo para acampar, comida y sobre todo agua. Veinte kilómetros después de salir de Shisr sera nuestro último contacto con el coche de apoyo hasta dos días después. En ese momento un cámara sé unirá a nosotros, Kim el mismo que tuvo que "vivaquear" en el bosque el primer.
A las cinco entramos en las arenas, mi sueño se estaba cumpliendo.
Mohamed nuestro camellero no se encuentra bien y nos pide que paremos, sí nos internamos más en las arenas y su estado empeora no podrán venir a buscarlo, tiene vómitos y malestar pero no tiene fiebre, le damos una medicación y hacemos una llamada explicando la situación, su estado no nos parece preocupante, cenamos y nos metemos en el saco, dormimos en la calle, ese hotel con todas las estrellas
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Lectura recomendada
Axterix y Cleopatra
Música
Missing "Everything but the girl"

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