18 Febrero
Estoy en algún lugar de Omán, si le pregunto a Youngho puede mirar su gps y decirme las coordenadas exactas. Mientras escribo esto he puesto mi camiseta a secar no lejos de la hoguera que hemos tenido que encender. Estamos atrapados al final de un wadi del que no hemos sido capaces de salir antes de que cayera la noche. Toca pasarla al raso. La buena noticia es que aunque no sepamos salir gracias a la tecnología sabemos donde, en el Wadi Nahiz.
Ayer dejamos todo preparado para estar listos a las seis de la mañana.
Los de la tele nos filmaron mientras desayunabamos, luego con la salida del sol en la kilométrica playa donde está el hotel. Bella y conmovedora, por un momento mi mente volvió a Santander.
También tuvimos que esperar a un fotógrafo de ministerio de información omaní. Youngho Nam necesita de los medios para poder justificar sus proyectos con los patrocinadores y conseguir otros.
A las 9.30 dimos ese primer paso de todo gran viaje.
La primera hora fue horrible y desesperante. A mi ritmo y disfrutando me siento capaz de ir a cualquier lado y subir cualquier montaña pero Youngho Nam había salido muy rápido. Pasado ese mal rato en el que pensé que no llegaría la final del día todo ha ido a mejor, incluso ahora después de las horas andabas y con la perspectiva de una incómoda noche me encuentro fuerte y animado.
Después de comer estramos en un valle (wadi) de tierra seca, camellos y árbustos espinosos. Llegamos al final y nos encontramos frente a unas paredes aparentemente infranqueables. Tras una larga hora intentando alcanzar la salida por uno de los lados nos damos por vencidos, imposible pasar entre los espinos. Bajamos rápido, atravesamos el caótico montón de bloques de piedra del fondo del wadi y comenzamos a luchar con los espinos del otro lado, el sol a caído y nos estamos quedando sin luz, cuando alcanzamos un claro libre de vegetación Youngho tomó rápidamente la decisión correcta, ¿que os parece sí vivaqueamos aquí?, nos consultó cortesmente.
Tenemos leña, comida, no hay cagarrutas de camello y muy buen animo, sí no baja mucho la temperatura y seco la camiseta la noche será llevadera.
Hay cobertura y envió un sms. Recibo respuesta.
La noche es magnífica, estrellada y con luna creciente, para buscar calor parte de mí vuelve a Santander, un poquito al Oeste, casí que ya oigo el mar en la playa de Somocuevas.
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Lectura no recomendada
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Mirando al Mar
ResponderEliminarFelíz de sentirte tán cerca..
...desdibujando la distancia
Estoy contigo